Esta siendo muy comentado en toda clase de foros la noticia de la "fusión" (en realidad una absorción) del canal del grupo PRISA Cuatro por Tele 5 y la primera consecuencia de ello es la noticia del final de las emisiones de CNN+, un canal de noticias temático que llevaba 11 años emitiendo primero desde Canal Satélite Digital, y ahora en Digital + y TDT.
Como periodista, como antiguo trabajador de algunas de las empresas del grupo Prisa, también como ciudadano, es un tema que me preocupa y del que no me resisto a compartir con vosotros algunas reflexiones.
Esto quiere decir que de entrada, y probablemente ya para siempre, un profesional de la extraordinaria categoría profesional y humana de Iñaki Gabilondo probablemente ya no vuelva a la radio o a la televisión, y junto con él, otro gran periodista y además buen amigo como Antonio San José, además de un elenco de periodistas de gran valía, de los cuales he conocido a muchos durante los ocho años que pasé trabajando no solo en 40 Principales Radio, sino en Canal + y 40 TV, justo cuando ese canal comenzaba sus emisiones.
El cierre de CNN+ es una noticia pésima para el mundo de la comunicación en este país. Primero, porque con esta absorción se refuerza mediática y políticamente incluso al canal que más ha hecho por denigrar, degradar y degenerar la televisión como medio, Tele 5, el engendro del neofascista Berlusconi. El canal símbolo de la telebasura, el canal de la zafiedad, del chillido chirriante, de lo hortera, de lo chabacano, de lo cutre y de lo casposo.
En segundo lugar, porque a pesar de que mucha gente consideraba a Cuatro y CNN+ unos canales de "izquierda", y aunque en realidad no lo eran ni podían serlo, -no se olvide de donde viene la CNN, una cadena integrante del complejo mediático yanqui, y eso se notaba siempre en sus ataques groseros y falsarios contra nuestra Cuba revolucionaria o nuestra Venezuela Bolivariana - pero al menos, era posible acceder a un nivel de información no necesariamente dictada a todas horas por el PP y sobre todo, en los debates políticos que se hacían en sus programas -de nuevo, excelentes los debates de Iñaki Gabilondo en "Hoy"- era posible escuchar argumentos razonados en un clima de respeto, de pluralidad y de cierto sosiego. Cuando uno ha visto los bodrios de "debates" que se organizan en otras cadenas, todo a base de gritos, barullo, histrionismo, exageraciones y demagogia de la más burda, pensar que ese es el único modelo que se impone ahora produce tanta tristeza como pavor.
Y tercero, porque no ya la derecha, sino que la Extrema Derecha a nivel televisivo, definitivamente impone su dictadura total en el medio. Desde las televisiones públicas del PP como las de Madrid o Valencia a los salvajes de Intereconomia, pasando por los ultras de "Libertad" Digital, la televisión de El Mundo o la caverna religioso-medieval de María Visión a Antena 3. Súmese a eso la previsible purga que los
pepitos harán en RTVE si ganan en 2012 o antes -¿os imagináis que vuelva el "cece-oo-oó"?- para colocar a sus acólitos y nos encontraremos con un panorama en el que el poder mediático estará en manos de gente como Belén Estéban, el homófobo Vidal, el energúmeno Losantos o el apologista de la pederastia Sánchez Dragó. De pesadilla.
Parece increíble que todavía haya que explicar algo que debería ser evidente, y es la gran farsa de la democracia occidental, esa "democracia" en la que el poder, lejos de estar en el pueblo o en los votos, está en manos de las agencias de calificación, los grandes grupos empresariales y en la oligarquía bancaria. ¿Se puede mantener que existe libertad de expresión cuando los periódicos, las cadenas de radio y las televisiones están en manos del mercado, se compran y se venden, se fusionan... y se manipulan para que todos los medios vayan en una sola dirección? ¿se puede sostener que existe libertad de expresión cuando todos los medios de comunicación están en manos de la extrema derecha?
Al final tendra razón como siempre, Groucho Marx:
"Considero que la televisión es sumamente educativa. En cuanto veo alguno de sus programas, a los pocos minutos apago el receptor y me pongo a leer un libro".