domingo, 20 de julio de 2008

EASY RIDER: HISTORIAS DE CARRETERA

Madrugada del sabado 19 de julio al domingo 20 de julio de 2008. Acabo de volver a ver, por enésima vez, una de las películas que más ha marcado mi aficion por el rock y por la cultura -o contracultura, quizá más propiamente- que este tipo de musica conlleva, pensando en tomar notas cara al libro que estoy escribiendo sobre el mundo del rock y del cine. Se trata de 'Easy Rider', la fascinante historia del Capitán América y de Billy, o si lo preferéis, de Peter Fonda y Dennis Hopper, bien flanqueados por Jack Nicholson y sus mucho más que lúcidas teorías sobre el poder, losextraterrestres, la manipulación de los medios y sus análogos tragos de Jim Beam -Ok Jack, pero perdona... yo prefiero el Jack Daniels, como Keith Richards- y esas maravillosas tomas del cielo californiano, que he tenido ocasion de ver en persona y que para mi son solo comparables a ese azul radiante, que casi hiere los ojos, de la costa andaluza oriental o de Canarias.
Lo que me más me ha motivado a levantar el culo del sofá y a escribir esta reflexión a vuelapluma, así, casi a traición, en medio del sofocante calor madrileño de esta madrugada, es ese deseo que por otra parte siempre tengo, de compartir con vosotros sensaciones, recuerdos, vivencias... y que, lo reconozco, casi nunca hago. Y aunque mañana domingo me levante más tarde, y el perro se me haga pis en la cocina, no quiero sustraerme a esa tentación de sentir que me fluyen las palabras, las sensaciones, las ideas...

Easy Rider es quizá una película que desde determinado ángulo, puede resultar anacrónica, proclive a una nostalgia facil, o incluso si se quiere, previsible e ingenua. Es posible. No lo niego, pero... tampoco acepto que se niegue que fue en su día, y lo es hoy, una película que refleja como ninguna otra, salvo quizá 'Zabriskie Point' o si se me apura 'Woodstock', todo el espíritu de una época, de una mentalidad, de una forma de ser que aunque haya sido denostada y criticada como utópica y caduca, tuvo como bandera valores -la auténtica libertad, no la esclavitud de la "libertad de mercado", la vida comunitaria, el colectivismo, el libre ejercicio de la sexualidad, el libre consumo de drogas- que tristemente, cuarenta años después del rodaje, filmación y estreno de esta película, siguen siendo conquistas pendientes para quienes se sitúan -o nos situamos- en el contexto de un pensamiento de izquierda no dogmático, no cerrado a otras aportaciones, y desde luego, nunca cerrado a la utopía del auténtico socialismo, del socialismo revolucionario, en el que creo y que defiendo firmemente.
Al lado de esa lectura, si se quiere más profunda, más política, 'Easy Rider' tiene otra lectura más idílica, más hedonista, pero no por ello menos interesante. 'Easy Rider' es una película que te muestra como podría ser el sueño de sentirte libre -es emocionante hasta lo inimaginable la escena del baño de Wyatt y Billy con las chicas al otro lado del cañon, la escenificación mejor representada nunca en el cine del sentimiento de libertad- de recorrer campos, llanuras, carreteras, de dormir al raso, aunque bien acompañado al sueño por la marihuana -¿para cuando, de una puñetera vez, la despenalización del consumo y cultivo de la maría, el cannabis y sus derivados?- y de imaginar, pensar y soñar un mundo diferente. Un mundo con banda sonora de Jimi Hendrix, The Byrds, Steppenwolf, The Byrds, The Holy Modal Rounders...
...un mundo lleno de rock, de libertad, de drogas no nocivas, de pensamiento libre, de vida en colectividad...
Todo eso es y todo eso sugiere 'Easy Rider'. Una película-testimonio de una época, una luz, un cielo, una calada de canuto, un trago de bourbon y un grito de libertad radical. La mejor lección de auténtica Eduacion para la (libre, autogestionada y antiautoritaria) ciudadanía que deberia aprender cualquier niño (mis hijos, si los tuviera, los primeros)

sábado, 12 de julio de 2008

LOS STONES UNO A UNO: MICK JAGGER

Fecha de nacimiento: 26 de julio de 1943, Dartford, Inglaterra
Nombre real: Michael Philip Jagger

“Si estoy aún con los Stones y sigo haciendo conciertos, es básicamente porque aún me pone nervioso, aún me excita y me pone el corazón a 200 pulsaciones saber que ahí, al otro lado del telón, hay miles de personas ansiosas por vernos y por escuchar nuestras canciones. ¿Cómo no vas a ponerte nervioso con 25.000 personas gritando tu nombre? Te aseguro que el día que salir a un escenario, hacer un actuación en directo no me produzca esa excitación, entonces sí que lo dejaré. Pero esa será la única razón”
Mick Jagger, 1982

Además de ser uno de los miembros fundadores del grupo, es su rostro, su cerebro –especialmente en cuestiones financieras, aunque Keith siempre dice que ese estereotipo no siempre responde cien por cien a la realidad- su lengua y su sexo. El famoso logotipo de la lengua que desde 1971 caracteriza a los Stones creado por Andy Warhol, esta inequívocamente inspirado en su lasciva y carnosa boca.
En todos los grupos de rock, el cantante es sin duda gran parte de la imagen del grupo, pero en muy pocos como en los Stones su cantante es un personaje tan absolutamente clave. Mick Jagger acapara y protagoniza en el escenario la esencia del espectáculo Stones, su inimitable estilo de bailar, moverse, provocar y cantar sobre un escenario ha marcado la historia del rock y ha creado un estilo único. Un estilo que es sexo puro, incluso todavía hoy, con 65 años.
Mick Jagger es sexo puro. Se le atribuye una voracidad sexual y una potencia que ha sido objeto hasta de la edición de libros, ha tenido como novias y esposas a féminas de la belleza de Marianne Faithfull, Bianca Jagger y Jerry Hall, y sus proezas con mujeres durante las truculentas giras del grupo en los años 70, por encima las exageraciones y leyendas urbanas creadas en torno a él, son parte inseparable del espíritu transgresor y la actitud salvaje que conlleva vivir el Rock´n´Roll.
Pero al lado de ello, Mick Jagger supo tomar las riendas como líder del grupo en muchos momentos críticos de su carrera, y tuvo la inteligencia de rodearse, sobre todo a partir de 1970 de un equipo económico, de management, etc. que hizo de los Rolling Stones no sólo la mejor banda de rock del mundo, sino toda una industria del espectáculo y del entretenimiento que él sabe dirigir con una voluntad de hierro y una inteligencia extraordinaria.
Y además de todo eso… Mick Jagger es capaz de quitarse la coraza de empresario salvaje para transformarse una y otra vez en aquel cantante de rythm´n´blues que escandalizaba a los censores de la BBC cada vez que canta “Jumpin´Jack Flash”, cada vez que coge su armónica para atacar “Midnight Rambler” o llegar hasta lo más profundo del corazón de cualquiera que se emocione aún con la música cuando escuchas piezas como “Love In Vain” o “Fool To Cry”. Por cierto, ¿hace falta decir que es junto con Keith Richards, el co-autor de todas las canciones del grupo?

jueves, 10 de julio de 2008

LOS STONES UNO A UNO: CHARLIE

Fecha de nacimiento: 2 de junio de 1941, Islington, Londres.
Nombre real: Charles Robert Watts

"La verdad es que ya no me gusta salir de gira. De hecho, lo odio, porque ello me obliga a pasar mucho tiempo fuera de casa, y lo que más me gusta es estar en casa con mi familia. Pero resulta que lo que más me gusta también es tocar la batería, y como en mi casa no puedo hacerlo, para poder tocar la batería tengo que salir de gira con los Stones, de manera que todo se convierte en un irrompible círculo vicioso que es lo que en el fondo, ha sido toda mi vida en estos últimos 25 años. " Charlie Watts, 1989

Resulta paradójico cómo alguien cuya vida y cuya forma de ser y comportarse está tan lejos de ese arquetipo de rockero salvaje que, quiérase o no, ha formado parte del espíritu Stone tantos años, sea hoy por hoy un miembro insustituible de la banda y resulte imposible imaginarse a los Rolling Stones sin el semblante sobrio, solemne y maduro de Charlie Watts.
Jugador de fútbol aficionado y diseñador gráfico en su primera juventud, fue el último miembro de la formación clásica de los Stones que entró en la banda, cuando a finales de 1962 Tony Chapman dejó el grupo. Batería de formación jazzística, de técnica y maestría indiscutibles, durante muchísimos años fue un miembro permanentemente -y voluntariamente- a la sombra. Jamás se le conocieron escándalos sexuales, problemas con drogas ni ninguna excentricidad propia del mundo del rock, a excepción de un devaneo con la heroína en los 80 narrado por Stephen Davis en su biografía de los Stones 'Los Viejos Dioses Nunca Mueren'. Mantuvo, y sigue manteniendo, su intimidad y su vida familiar totalmente fuera del negocio de la música, e incluso continúa afirmando que a él realmente lo que le gusta es el jazz, que hace muchos años que no le interesa el rock y que no comprende como los Rolling Stones han llegado a ser tan masivamente famosos.
Pero como he dicho antes, Charlie Watts es hoy por hoy alguien tan imprescindible en el grupo como lo son Mick, Keith o Ronnie. Es más, yo tengo la impresión de que Charlie es dentro del grupo el líder en la sombra. Ni Mick ni Keith ocultan que cuando están grabando, si hay una duda o una discusión sobre tal o cual asunto, se lo plantean a Charlie y él es el que decide. Charlie es quien tomó la decisión de que Darryl Jones fuera el bajista de la banda cuando se marchó Bill Wyman y su talante sereno, equilibrado y tranquilo, ha ayudado en muchas ocasiones al grupo en momentos de zozobra.
Charlie no es un Stone al estilo de Mick, Keith o Ronnie. Pero es imposible imaginar al grupo sin él. En un grupo tan británico como los Rolling Stones, ¿cómo no podía haber, al menos, un “Perfect Gentleman”?

martes, 8 de julio de 2008

LOS STONES UNO A UNO: RON WOOD

Fecha de nacimiento: 1 de junio de 1947, West Hillingdon, Londres
Nombre real: Ronald David Wood

“Cuando Mick Jagger me confirmó que iba a entrar en el grupo y que iba a ser uno de los Rolling Stones ¡no me lo podía creer! ¡Era el sueño de mi vida! Desde siempre, desde muy joven, siempre fui un fan de los Rolling Stones, conocía todas sus canciones y de pronto, ahí estaba, tocando con ellos. Ha sido lo más maravilloso que me ha ocurrido nunca.” Ronnie Wood, 1978

Ronnie Wood entró en los Rolling Stones en la primavera de 1975, unos meses más tarde de la salida del grupo de Mick Taylor a finales del año anterior. En un primer momento, nadie, ni siquiera él mismo, sabía con seguridad si llegaría a ser un miembro permanente del grupo o si se limitaría a ser un mero acompañante eventual. Pero el tiempo demostró a todos que Ronnie había nacido para ser un Stone.
Antes de 1975, Ronnie se había hecho un nombre como músico en Inglaterra primero con los Birds, posteriormente como bajista del Jeff Beck Group –precisamente por estar en el grupo de Jeff Beck, puede presumir de ser el unico Rolling Stone que estuvo presente en el festival de Woodstock de 1969- y finalmente como guitarrista de Faces, en donde compartió protagonismo antes de que se convirtiera en una estrella en solitario, con Rod Stewart. Desde comienzos de los años 70 trabó amistad con los Stones, y muy especialmente con Keith Richards, que colaboró muy activamente en sus primeros discos en solitario y que incluso estuvo presente en el último concierto de Faces, grabado para un especial de televisión y que actualmente esta a la venta en DVD.
Cuando en los primeros meses de 1975 se empezaron a hacer a caballo entre Amsterdam y Munich los ensayos y audiciones para elegir el guitarrista que ocupase la plaza de Mick Taylor, Ronnie no era el mejor situado. Nombres como los de Harvey Mandel o Wayne Perkins, que de hecho grabaron varias guitarras en el álbum ‘Black And Blue’ e incluso los de Rory Gallagher (?) o Steve Marriot sonaban con más fuerza para entrar en el grupo, pero… tanto Mick como Keith supieron captar que Ronnie era la persona que en ese momento necesitaban. Puede que no fuera el mejor guitarrista del mundo, pero era un músico que en su personalidad, en su actitud, en su forma de ser, en todo, se identificaba plenamente con lo que significaba ser un Stone.
Ronnie supo ganarse muy pronto el apoyo, la simpatía y el cariño de todos los fans, supo ser en un momento crítico de la historia del grupo como fue el final de los años 70 un apoyo personal e incluso afectivo de enorme peso para todo el grupo y en especial para un Keith Richards que vivía los dolorosos días de los juicios, procesos y comparecencias en tribunales derivados del conflicto de Toronto y musicalmente, ha aportado mucho al grupo incluso colaborando con Mick y Keith en la composición de muchos temas, el primero de ellos, ese correoso y rockero “Hey Negrita”. Parece que fue ayer, pero… ¡Ronnie lleva 33 años con los Stones, mucho más del doble de lo que estuvieron Brian Jones y Mick Taylor.
Yo personalmente tengo que admitir que Ronnie Wood es un Stone especial. Quizá muchos stonianos sentimos por él una mezcla de admiración y de envidia, porque él personifica mejor que nadie el sueño de ser un fan del grupo, de conocer y amar sus canciones y finalmente, llegar a ser uno de ellos, llegar a ser un Stone. Es increíble, cuando ves un concierto de los Stones desde cerca , en las primeras filas, mirar a Ronnie y notar, sentir que esta disfrutando tanto del show como yo o como cualquiera de los que estamos en esas primeras filas, y que cada vez que se sube a un escenario con ellos, a pesar de las frecuentes bromas pesadas de Mick y Keith, esta haciendo realidad un sueño.
Su sueño. Nuestro sueño, el ser Stones, el formar parte de ese sentimiento.

domingo, 6 de julio de 2008

LOS STONES UNO A UNO: KEITH

KEITH RICHARDS

Fecha de nacimiento: 18 de diciembre de 1943, Dartford, Inglaterra
Nombre real: Keith Richards

“He sido junkie más de diez años, es verdad. Pero he sobrevivido a ello y he podido dejarlo. Pero, en todo ese tiempo, a pesar de todo lo que habeis oído, yo nunca he tenido problemas con las drogas. Con quien he tenido problemas es con la policía. Hay una gran diferencia entre ambas cosas.” Keith Richards, 1988

Durante años Keith representó el lado mas peligroso, perverso y oculto del espíritu Stone. Nunca ha dejado de ser el miembro mas transgresor del grupo, tanto cuando se enfrentaba a los Hell´s Angels en el tristemente célebre concierto de Altamont, como cuando le robaba la novia a Brian Jones en la parte trasera del coche camino de Tanger, intentaba escapar de los perros de presa de la policía de cada país por el que pasaba o cuando casi estrellaba su guitarra en la cabeza del alocado fan que se subió al escenario del MSG de Nueva York durante uno de los conciertos de 1981.
Actitud y personalidad. En esas dos palabras creo que es como mejor se puede definir –si es que se puede definir- a alguien como Keith Richards. Verle en directo, con su eterno cigarrillo en la boca, su calavera de plata reinando sobre su dedo, bebiendo su vodka con naranja o su Jack Daniels, vacilando a Ronnie Wood e incluso cuando se rasca la cabeza con ese gesto inimitable… ¡ese es el espíritu del Rock´n´Roll! Nadie como Keith Richards ha personificado ese espíritu. Ni creo que nadie pueda llegar a hacerlo como él nunca.
Keith Richards no es un guitarrista técnico, ni un virtuoso del mástil como pueden serlo Eric Clapton, Jeff Beck o Joe Walsh. Keith es un guitarrista visceral, crudo, básico, pero que echa los hígados en cada riff. Su maestría quizá no se base en mucho más que en unos cuantos acordes… pero NADIE puede tocarlos como él. Nadie puede imprimir a una canción la personalidad, la macarrería y el estilo que él le echa. Y sólo él puede permitirse el lujo de enmendarle la plana en mitad de una canción nada menos que a Chuck Berry -¿os acordáis de “Hail, Hail, Rock´n´Roll”?
Keith ha tenido una vida difícil, agitada, y durante muchos años, marcada por una fuerte adicción a la heroína que estuvo a punto de costarle una cadena perpetua en Canadá. Quizá por eso, su mirada te transmite de inmediato esa fuerza innata del superviviente. Quizá también por ello, tras haber estado a las puertas de la carcel, tras haberlo perdido todo y haber estado en verdadero peligro de muerte, afirma con plena tranquilidad que hoy por hoy puede reírse de todo. Y ni las cicatrices de una vida vivida siempre en el lado salvaje le han impedido ser una persona que aún te desarma con una sonrisa, que es un ejemplar padre de familia y que te inyecta rock en sobredosis masivas cada vez que se cuelga su Telecaster caoba y el diablo se codea con todos nosotros…
You got me rocking now, Keith!!