Pocas veces se encuentra uno a estas
alturas del rock business con un proyecto musical tan atractivo,
lleno de grandes nombres del mundo del rock y con versiones tan
potentes, crudas, genuinamente rockeras y que desprenden tanta
energía como las que componen este formidable disco.
En palabras de su protagonista, Alice
Cooper, este ambicioso proyecto llevaba en su cabeza desde hacía ya
varios años, y según ha contado en varias de las entrevistas que ha
concedido con motivo de la salida a la venta del disco, “John
Lennon, Keith Moon, John Bonham, Jim Morrison, Harry Nilsson... yo
les conocí a todos, y en mis años de nube etílica, me emborrachaba
con ellos en Los Angeles. Llegamos a ser muy buenos amigos. Cuando
nos juntábamos unos cuantos, éramos el terror de la ciudad y
llegamos a formar un club que cuando nos reuníamos, bien fuera en
Los Angeles o en el Speakeasy de Londres, nos guardaban un reservado.
Nos llamaban los vampiros de Hollywood. Muchos de ellos han muerto, y
sentía casi como una cuestión de conciencia hacerles un homenaje”.
Y este es el resultado final de ese
homenaje. Un disco de versiones de grandes clásicos de la historia
del rock, de temas pertenecientes a la carrera de grupos que han
perdido a alguno de sus miembros, en muchos casos a alguno de sus
miembros más carismáticos a cargo de una selección de músicos
reunidos para esta grabación por Alice Cooper y el actor Johnny Depp
que probablemente sea irrepetible. Desde Sir Paul McCartney a Brian
Johnson de AC/DC pasando entre un largo etcétera de celebridades del
mundo del rock por Joe Perry de Aerosmith, Zak Starkey, Perry
Farrell, Dave Grohl, Slash, Robbie Krieger, Kip Winger, Christopher
Lee, o los ex- Guns N' Roses Duff McKagan y Matt Sorum. Por
supuesto, y ante un proyecto de esta envergadura, el productor no
podía ser otro que Bob Ezrin, y su trabajo solo cabe ser calificado
de sobresaliente.
¿Podía iniciarse de otra manera un
disco de una banda llamada Hollywood Vampires? La música de fondo
que decora las palabras de Lee han corrido a cargo de Bon Ezrin y
Johnny Depp.
La cosa continúa con un furioso y
heavymetalero rock lamado “Raise the Dead” en el que nos
encontramos a Alice Cooper ejerciendo de cantante, como en la mayoría
de las canciones del álbum, en las guitarras a Johnny Depp, Tommy
Henriksen y Bruce Witkin, batería Glenn Sobel y en el bajo a Bruce
Witkin. Auténtico temazo que es puro Heavy Metal y en el que
Mr.Fourniere esta impresionante.
Abrimos el álbum de recuerdos con un
“My Generation” de los Who que reune en las guitarras a Johnny
Depp y Tommy Henriksen, bajo Bruce Witkin, batería Zak Starkey
-actualmente en los Who- y coros a cargo de Tommy Henriksen. Otro
trallazo muy heavymetalero que recupera a los Who más crudos y
viscerales.
“Whole Lotta Love” de Led Zeppelin
se la reparten en las voces Alice Cooper y Brian Johnson, con
guitarras de Joe Walsh, Johnny Depp,
Orianthi, Tommy Henriksen y Bruce Witkin, batería Zak Starkey, bajo
Kip Winger y programación de Tommy Henriksen. Siguen los vampiros
subiendo el volumen de sus amplificadores, incrementando la potencia
de las guitarras y sacando en esta versión la vena más netamente
heavy de sus protagonistas.
“I Got a Line” reuune junto al
micrófono a Alice Cooper y a Perry Farrell, con guitarras de Joe
Walsh, Johnny Depp, Tommy Henriksen y Bruce Witkin, batería Abe
Laboriel Jr., bajo Kip Winger y coros Perry Farrell, Tommy Henriksen
y Bob Ezrin. ¡Fabulosa! El gran clásico de los míticos Spirit de
Randy California es más hard rock que heavy metal, se mantiene muy
fiel a la original y es de las que os confieso que a medida que escuchaba
el disco, es de las que más he repetido en el reproductor.
“Five to One / Break On Through”
nos trae a la guitarra a uno de los Doors originales y uno de los
supervivientes, Robbie Krieger, a quien acompaña en el bajo Bruce
Witkin y Abe Laboriel Jr. en la batería. Oscura, densa, creo que
intencionadamente trata de recrear esa misma energía tan especial y
sofisticada que los Doors desarrollaban tanto en sus grabaciones como
en sus actuaciones en directo.
“One / Jump Into The Fire”, el
personal homenaje de Alice Cooper a su amigo Harry Nilsson - ¿Quíen
no recuerda aquella maravilla llamada “Everybody´s Talking” de
la banda sonora de la película Cowboy de Medianoche? - vuelve a
tener cantando juntos a Alice Cooper y a Perry Farrell, con Robbie
Krieger, Johnny Depp, Tommy Henriksen y Bruce Witkin en las
guitarras, Bruce Witkin en el bajo y en la batería... ¡Dave Grohl!
¡que fiera! Y es que no se debe olvidar que aunque Foo Fighters es
desde hace muchos años ya su proyecto, su banda, en Nirvana demostró
ser el mejor instrumentista del trío con su inconfundible pegada a
la batería. Una versión muy personal -aunque en el caso de “One”
me sigue gustando más la versión que hicieron los Three Dog Night-
y en la que encontramos un más que inspsirado trabajo de teclados a
cargo del propio Bob Ezrin.
“Come and Get It”, canción de los
Beatles compuesta por Paul McCartney para la BSO de la película The
Magic Christian en diciembre de 1969, aunque fue popularizada en los
primeros meses de 1970 por aquell fantástica banda que tristemente
es apenas conocida y recordada, Badfinger -algún día escribiré
algo sobre ellos, merecieron mejor suerte-. McCartney, que toca
también el piano y el bajo en esta grabación, canta
maravillosamente en esta versión en cuyas guitarras encontramos nada
menos que a Joe Perry y Johnny Depp y a Abe Laboriel Jr. en la
batería. Divertida y lograda versión que acaba con una suerte de
broma musical, muy al estilo de los Beatles del White Album.
“Jeepster” de T.Rex esta grabada
por Joe Perry, Johnny Depp y Tommy Henriksen en las guitarras,
Glenn Sobel en la batería, Bruce
Witkin en el bajo y cuenta con Bob Ezrin haciendo coros en una
versión muy original, en la que le han imprimido en determinadas
partes un aire country-rock burnísomo. Este mismo line up es el que
esta tras “Cold Turkey” de John Lennon y “Manic Depression”
de Jimi Hendrix, aunque en este último, la batería es de Zak
Starkey. Quizá estas dos piezas sean las menos logradas, o dicho de
otra forma, las que al escucharlas, no poseen un gancho especial o
por lo menos a mi, me han dejado la impresión de haber quedado poco
trabajadas, muy planas, muy lineales.
En cambió, el fantástico “Itchycoo
Park” tiene al mejor Alice Cooper como vocalista de todo el disco,
el dueto de guitarristas formado por Depp y Henriksen, dentro de la
dureza de esta versión le han dado a las guitarras un colorido y un
tratamiento que entronca con aquel aire pop propio de los Small Faces
de Steve Marriott. Excelente trabajo aquí de Bruce Witkin en el bajo
y de Glenn Sobel en la batería.
“School’s Out / Another Brick in
the Wall Pt. 2″ es una pieza coral en la que nos encontramos a
Alice Cooper de nuevo con Brian Johnson como cantantes, Slash, Joe
Perry, Johnny Depp, Tommy Henriksen y Bruce Witkin en las guitarras,
Dennis Dunaway en el bajo y Neal Smith en la batería. De nuevo, una
versión muy dura, muy heavymetalera, de lo mejor de todo el álbum
en cuanto a producción, excelentes solos de guitarra, y una base de
ritmo furte, contundente, penetrante... y en la que el encaje del
“Another Brick In The Wall” es todo un prodigio de imaginación.
Llegamos al final con un medio tiempo
hardrockero muy emotivo, “Dead Drunk Friends” con las guitarras
de Johnny Depp, Tommy Henriksen y Bruce Witkin, batería de Glenn
Sobel y en el bajo a Bruce Witkin que viene a ser, como si fuera un
álbum conceptual, el final de la historia, con una letra que es todo
un tributo a esos amigos del club de los Vampiros de Hollywood que se
fueron para siempre.
Grandes canciones, historia del rock,
una cuidada producción y músicos que han sabido hacer un trabajo
verdaderamente magnífico. Será de los grandes álbumes de 2015, y
-obvio es decirlo- os lo recomiendo sinceramente.