martes, 8 de marzo de 2011

CLASICOS DE ORO CONTEMPORANEOS (II): SOUNDGARDEN - SUPERUNKNOWN (1994)

“Cada semana tengo un tema favorito diferente del fenomenal cuarto álbum de Soundgarden, ‘Superunknown’. Esta semana es ‘4th Of July’, mientras que la anterior fue ‘Black Hole Sun’. Antes que ésta llegaron ‘Head Down’ y ‘The Day I Tried To Live’. Y hay más por venir, eso seguro. Seguramente, los fans que esperen otra bomba de Heavy Metal-Grunge no quedarán muy contentos; pero si quieres un álbum lleno de sorpresas, maravillosas interpretaciones y el sonido de una banda exprimiéndose a sí misma hasta su máximo potencial, entonces ‘Superunknown’ será probablemente tiones y el sonido de una banda exprimiéndose a sí misma hasta su máximo potencial, entonces ‘Superunknown’ será probablemente tu disco del año.”

Así se refería el periodista Don Kaye en Kerrang! a este sensacional ‘Superunknown’, el disco que llevó a Soundgarden a lo más alto tanto de su calidad musical como de su popularidad. Recordándolo ahora, ‘Superunknown’ era –y es, para mi es un disco que aún conserva plena vigencia- un álbum de profundidad y diversidad, un trabajo rebosante de ideas frescas, nuevas direcciones y temas densos e impregnados de atmósfera 100% Black Sabbath, aunque con la producción y el sonido de los años 90.

‘Badmotorfinger’, en 1991, fue uno de los grandes discos de Heavy Metal de los comienzos de la década, y las comparaciones con ‘Superunknown’ fueron inevitables. Pero hay poco que comparar; Soundgarden habían rechazado sabiamente el repetirse y aún suendo fieles al más típico sonido de Soundgarden, había mucha innovación: ‘Let Me Drown’ , que abría el disco, tenía ese inconfundible aire bluesy lleno de groove, y tras un fabuloso ‘My Wave’, aquí viene el primer indicio de que realmente nos estamos introduciendo en lo “superdesconocido”: “Fell On Black Days”, una pura y elegante sombra sonora que desciende hasta la locura, con sus simples y grises líneas de guitarra acentuando las apenas moderadas voces. Toda ella tiene un oscuro y siniestro brillo que no deja de ser cautivador.

‘Head Down’, un sicodélico y etéreo viaje con voces ‘de otro mundo’ por parte de Chris Cornell no puede ser sino la mejor introducción a la inmensa y kaleidoscópica canción que da título al disco, una odisea metafísica propagada por cascadas de brillantes riffs. Por si aún querías más, ‘Black Hole Sun’, un machacante tema inspirado en los Beatles pero cargado de ese sentimiento alucinógeno que la banda captura tan inteligentemente. La cosa continúa con la intensa ‘Spoonman’, que introduce un ‘spoon player’ (tocador de cucharas), además de ritmos tribales y serpentinas en lugar de riffs. ‘Limo Wreck’, una especie de fuego lento que se va consumiendo en la más pura tradición de ‘New Damage’, y nos lleva a otro de los temazos del disco, ‘The Day I Tried To Live’ y esos curvos e infecciosos coros y un riff descendente, oscuro, inquietante…

De los tres últimos del álbum, todos son excelentes, en especial quizá la fantasmal ‘4th Of July’ llena de atronadoras guitarras y ‘Like Suicide’.

La única pequeña pega que para mi sigue teniendo este disco es que las guitarras parecen demasiado bajas de volumen en la mezcla final. Aunque aparte de todo eso, la interpretación de cada uno de los músicos es sorpendente. Y en cuanto a la producción de Michael Bienhorn, sobresaliente.

Uno de los discos que marcó la evolución del Hard Rock en los años 90.

2 comentarios:

Miguel Torres dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Mariano, un disco que me apasionó a mis 14 años, y que en principio parecía no tener mucho que compartir con mis gustos hevies más clásicos (en esa época cualquier mínimo olor a grunge ya era repudiado por nosotros lo hevies). Pero nada más lejos de la realidad, discazo al completo, con raíces muy hevies y con un aire nuevo que creo que sentó las bases de mucha música que se ha hecho más tarde. Hoy día sigue siendo un disco moderno, y grupos que hoy pegan fuerte y me encantan, como Alter Bridge, creo que tienen un tinte muy similar. En fin, hace poco tiempo estuve reescuchando este disco y pasados los años sólo pude confirmar que no me equivocaba al considerarlo un album clave en los 90. Gracias Mariano, y felicidades por todo lo que haces.

Jesús dijo...

¡Qué discazo!. Estos días lo he estado escuchando de nuevo y no pasan los años por él.
Yo lo tengo en un delicioso formato casette original y suena tan bien como el día que me la compré, y eso que le he dado bastante caña.
Para mí era la banda más madura de todas las mal etiquetadas como grunge. Ellos y Alice in Chains.
Siempre he pensado que Pearl Jam están demasiado sobrevalorados. Por supuesto me encantan Nirvana, pero llevaban un rollo más punk, como Mudhoney. Eran todas muy diferentes entre sí.
Soundgarden eran muy originales, reelavoraban sus influencias alcanzando un sonido único. En este disco incluso hay momentos en los que algunas canciones tienen influencia de ¡¡¡música mora u oriental!!!.
Black Hole Sun la versionó ¡¡¡¡Sinatra!!!!en sus últimos años de vida, y quedaba muy bien.
El volumen bajo de las guitarras da mayor sensación de pesadez,es una de las cosas que llama la atención del disco. El rumor de avispa de la distorsión a un volumen más bajo.

¡Un saludo y gracias por recordarlos!.