Sticky Fingers –que era el mote que Mick le colgó a Keith en la gira americana del 69- es un álbum grabado entre 1969 y 1970, en el cual se incluyeron varias piezas al menos montadas en plan demo para el Let It Bleed, caso por ejemplo de “Wild Horses” o “Dead Flowers” e incluso algún descarte de este disco, como “You Gotta Move”, que fue de las primeras que grabaron con Mick Taylor recién entrado este en el grupo, siendo el resto material que se compuso y grabó ya en la primavera y verano del 70, al aplazarse al otoño una gira europea que tenían preparada para hacer en esos meses. Entre los Olympic Studios y la mansión de Stargroves que poseía Mick Jagger en Londres y en donde instalaron la famosa Mighty Mobile, la unidad movil de grabación que después usaron gente como Frank Zappa, Led Zeppelin o Deep Purple, se acabo de grabar entre abril y junio de 1970 Sticky Fingers.
Este álbum, en el que de nuevo vuelve a hacer un excelente trabajo de producción Jimmy Miller, que le da a todo el sonido de los Stones el empaque, la sonoridad, el estilo de un disco propio plenamente de los años 70, es quizá en el que más se nota –con la posible salvedad de It´s Only Rock´n´Roll- el talento y el exquisito gusto de Mick Taylor como guitarrista, y es un álbum muy stoniano en el sentido de que antes de que un año después Exile On Main Street se convirtiera en la quintaesencia del sonido stoniano de los 70, en Sticky Fingers encontramos a través de magníficas canciones un excepcional resumen de las principales referencias e influencias que los Stones habían incorporado a su sonido hasta este momento.
Tenemos por un lado el rock de riffs fuertes, densos, los solos punzantes de guitarra y la solida base de ritmo con la que Wyman y Watts proporcionaban una dureza y una contundencia únicas no solo al clásico “Brown Sugar”, sino a ese rock sucio, barriobajero y pegajoso – “Sticky”- de “Bitch”. Hay puro blues, blues lento, triste, negro, con “I Got The Blues” y “You Gotta Move”, y también blues progresivo muy rockero, como el maravilloso “Can´t You Hear Me Knockin’ “ con un Mick Taylor insuperable emulandoi al más inspirado Santana y el fabuloso “Sway”... -¡hostias! Ahora me acuerdo de cuando en plan sorpresa los Stones lo tocaron en Madrid en 2007, y de Keith arrastrando las notas, besando al final de la canción el mastil…-
Hay un buenísimo ejercicio de “country-blues” llamado “Dead Flowers” que es toda una delicia escuchar e incluso una balada con arreglos orquestales realmente preciosa, tierna, originalísima y por desgracia muy poco apreciada, pero de una calidad y una sensibilidad extraordinarias llamada “Moonlight Mile” que es otra de las piezas que le da a este Sticky Fingers un plus de calidad excepcional.
Cuando se puso a la venta este disco en todo el mundo en el año 1971, inauguró una nueva época para los Stones. Liberados ya de Decca, este fue el primer álbum que hicieron para su propio sello, la Rolling Stones Records, en este álbum estrenaron la famosa lengua que pasó a ser su anagrama histórico desde entonces, y en España, -la España de entonces- su edición resultó muy controvertida. La portada original, en la que se mostraba la bragueta de un pantalón vaquero con una cremallera que se podía bajar fue considerada obscena e inadecuada por las autoridades franquistas, que prohibieron a la compañía discográfica Columbia, que era quien distribuía a los Rolling Stones en España, que el disco salieras a la venta con esa portada. La Rolling Stones Records accedió a que su departamento de diseño crease una portada distinta solo para el mercado español –la de la lata y los dedos- y que en España la canción “Sister Morphine” tampoco fuera editada y se sustituyera por una versión en vivo de “Let It Rock”. Ello propició que algunos seguidores bastante avispados se hicieran con un numeroso acopio de ejemplares del Sticky Fingers español y lo vendieran a precio de oro a coleccionistas de todo el mundo en Londres, París, Roma o Amsterdam.
Pero anécdotas aparte, Sticky Fingers es un excelente álbum, el mejor precedente de lo que fue la que para mi al menos es la obra maestra absoluta de toda su carrera, Exile On Main Street, es un disco puramente stoniano, el primero tambien en el que Bobby Keys dejó con su saxo otro ingrediente de sabor y esencia puramente stonianos –vuelve a escucharte “Brown Sugar” y compruébalo- y que marcó una época fabulosa e inolvidable en la historia de los Rolling Stones.
3 comentarios:
Como escribí en mi blog (http://rocknrollmf.wordpress.com/2008/03/21/el-mejor-disco-de-todos-los-tiempos/), el mejor disco de todos los tiempos. A disfrutarlo
Pues, de acuerdo con lo que leí hace unas semanas en la prensa, va a salir el mes de mayo una reedición de "Exile On Main Street" acompañada de un CD de temas inéditos, pienso que descartados de aquella grabación.
"I need a ROCK to keep me happy..."
Saúde!
¡Puf! Mariano, debes andar liadísimo, que hace muchos días que me conecto y no cambia nada en este blog. Pero sigo dándote la murga stoniana: a ver si puedes pillar la biografía no autorizada de Richards que salió hace unos meses en Anagrama. La lees, la comentas un poquito y así nos ponemos al día los currantes que no nos podemos hacer con ella (por ahora, ¿eh? que no vamos a estar siempre de crisis los mismos).
¡Saúde! Y voy a esperar que actualices el blog, que si no...
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