“La mejor fotografía musical que se ha hecho de Lynyrd Skynyrd jamás en la historia del rock. La nueva ola de legatarios de los sonidos más clásicos y añejos de los 70 esta contraatacando con Lp´s sensacionales, llenos de buenas canciones, guitarras llenas de sabor añejo y un empaque que volverá locos a quienes les guste escuchar buen rock.”
Así definía mi antigua compañera de Kerrang! en Inglaterra Daina Darzin este sensacional trabajo de debut de un grupo que tristemente apenas llegó a ser conocidos en Europa, pese a ser una de las formaciones más genuinamente magníficas que dio el rock americano de los 90. De hecho, y este es un dato que supe a posteriori, son de Nashville, Tennesee, la tierra madre del elixir mágico que nos alimenta a los envenenados por el blues y rock clásico: el Jack Daniels. Y por si fuera poco, se grabó en Memphis.
Cuando por primera vez escuchas este disco, lo disparas y la magia que se desprende de sus surcos envuelve el ambiente en el que te mueves, al escuchar temas como “Somethin’ Else” sientes como si de verdad estuvieran improvisando, como si el rock fluyera de sus almas y de sus corazones como en pleno concierto y como si estuvieran tocando con toda su energía en un escenario, llámese Glastonbury, Wight, Woodstock o Sweden Rock. Ellos, cuando se saborean sus acordes, realmente parecen felices de tocar rock, de hacer la mejor música, de disfrutar del rock como en los mejores años 60.
The Screamin’ Cheetah Wheelies eran lo que en los 90 se llamaba una banda Retro, sí, pero tambien añaden a su música elementos del funk, (especialmente en “Leave Your Pride”) del country, el blues y obviamente, el buen rock’n’roll. Esencias mágicas de ZZ Top, Rolling Stones, Molly Hatchet, Lynyrd Skynyrd, Dobbie Brothers...armónicas, sonidos de guitarra slide sensacionales, y el magnetismo y el feeling de la voz de su cantante, Mike Farris, que en temas como “Ride The Tide” y la magnífica “Shakin´ The Blues”, te harán mover los pies como no los movías desde los Faces o los Stones. !Pruébalo!
Por desgracia, y a pesar de que en su siguiente disco llegaron a contar con la colaboración de Warren Haynes de Gov´T Mule, las grandes expectativas que había en torno a ellos, en un momento en el que grupos como The Black Crowes o Blind Melon estaban triunfando, se quedaron en una intentona frustrada. Screamin’ Cheetah Wheelies nunca se acercaron siquiera a la excelsa brillantez de su primer disco, y años más tarde se separarían. Pero para la historia del rock con raíces, con esencia blues, con esa magia y ese feeling único, que solo pueden comunicar quienes han mamado el blues y el rock de sus fuentes más puras, este disco es un auténtico tesoro.
2 comentarios:
Magnífica banda y mejor música, una que llegó pero no tocó el cielo del éxito. Publicó aútenticos clásicos atemporales, como él que indicas,el primero que dá nombre al grupo, el segundo "Magnolia", belleza sonora de estupenda perfección, el tercero con grandes temas, pero no rompedor. En directo, se salían, como pudimos comprobar en el Azkena, rock, pasión, sentimiento..que más se les puede pedir.
Perdimos a una gran banda, Farris encontró su camino, y del resto del grupo, aunque he buscado información, no he localizado nada de sus quehaceres, o si se dedican a otros asuntos.
Resaltar, la sorpresa que tuvieron, cuando actuaron en el Azkena, sobre la bienvenida recibida y el conocimiento que se tenía de ellos, concierto imprescindible e histórico.Como final del comentario, resaltar, lo amables, atentos y considerados, que estuvieron con todos aquellos que se acercaron a departir con ellos.
Un saludo.
Alberto
e
b
Gracias, Alberto
Otro para ti.
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