jueves, 2 de julio de 2009

LA MARAVILLOSA VIDA DE BRIAN

2 de julio de 1969
2 de julio de 2009

Hoy hace exactamente cuarenta años que murió un músico de un talento formidable, de una personalidad fascinante y de una sensibilidad extraordinaria, un artista que simbolizó todo lo que los años 60 fueron de cambio, de ruptura, de imaginación, de renovación y de revolución y que por encima de todo ello, fue el creador de la banda de rock más grande de la historia: The Rolling Stones.
No sé si será necesario decirlo, pero su nombre era Brian Jones.

Brian nació el 28 de febrero de 1942 en Cheltenham, una localidad del centro de Inglaterra cercana a Gloucestershire, ciudad en la que el establecimiento de bases militares norteamericanas propició que sus emisoras de radio pudieran escucharse en la ciudad, y empezara a ser frecuente la presencia sobre todo durante los fines de semana de soldados americanos por la ciudad, e incluso se abrieron pronto clubs de jazz y cafés donde se servían comidas y cenas al estilo americano y las primeras jukebox ponían discos de jazz, swing, e incluso los primeros singles de Rock´n´Roll.
Brian no tardó en descubrir este nuevo tipo de música. Cuando tenía 13 años, empezó a interesarse por el jazz y a ahorrar gran parte de su asignación semanal para comprar sus primeros discos de jazz. Charlie Parker fue un descubrimiento musical que le abrió unos horizontes en aquel momento comparables a los que años más tarde le abriría descubrir a Muddy Waters.

Fue un niño inteligente y despierto -tenía un cociente intelectual de 135- y por tanto, muy pronto empezó a rebelarse contra el asfixiante ambiente conservador y religioso de la provinciana Cheltenham, y a ser abiertamente contestarario con esa moral pacata, hipócrita, retrógrada que dominaba en su ciudad. Decidido a ser músico, y más en concreto a ser músico de blues, se marchó a Londres a buscarse la vida con tan solo 19 años después de haberse recorrido toda Europa haciendo auto-stop, viviendo como músico callejero e incluso habiendo sido detenido en Amsterdam por participar en una manifestación no autorizada del CND (Campaña Pro Desarme Nuclear) y por fumar hierba en un parque de Hannover.
En Londres encontró la amistad y el apoyo de Alexis Korner, la máxima figura del blues en el Londres de 1962, quien le introdujo en almbiente de clubes como el Marquee, el Crawdaddy y el Ealing Club, donde conoció a Mick Jagger y Keith Richards. Simpatizó con ellos, pronto se hicieron amigos y Brian fue quien les convenció de que debían tocar juntos. Y él fue quién tomando el nombre de un clásico blues de Muddy Waters, bautizó a la banda con el nombre de The Rolling Stones.
Mick, Brian y Keith vivieron juntos entre 1962 y 1964 en un legendario flat de Chelsea, situado en Edith Grove 95, en los años míticos de los comienzos de los Stones. No tenían calefacción, y sólo tenían luz cuando podían pagarla, pero en ese flat, escuchando horas y horas discos de blues, ensayando versiones, tocando la guitarra, fumando toda clase de sustancias ilegales, bebiendo whisky y siempre en buena compañía femenina, los Stones se convirtieron en lo que hoy todavía son.
Para quienes sepáis inglés, existe un magnífico libro llamado Nankering With The Rolling Stones escrito por James Phelge, -de hecho, Nanker & Phelge fue el pseudónimo que usaron Mick y Keith al firmar sus primeras composiciones- el cuarto compañero de flat de aquellos años absolutamente impagable, con infinidad de anécdotas que demuestran como en aquel momento, Brian era el verdadero líder de los Rolling Stones.
El hacía de manager, él negociaba con los dueños de los clubes las condiciones en las que tocarían o no en un club, el trataba con el propietario del local donde ensayaban, escribía cartas a las revistas musicales en nombre del grupo, y sobre todo, era el músico más puramente blues de la banda. El era el que en caso de conflicto decidía que versión hacer o no hacer, y en aquellos años, fue el verdadero maestro musical de Keith en lo que a blues se refiere: Keith era un guitarrista de Rock´n´Roll, fan incondicional de Chuck Berry, pero que no conocía en profundidad el blues. Brian le introdujo en él.
Incluso, Brian fue quien logró introducirse en 1963 en un backstage de los Beatles, gastarse el dinero de todo un mes en invitarles a whisky y coca cola y lograr con ello que los de Liverpool se hicieran amigos de los Stones hasta el punto de cederles una canción para el que sería su primer single, "I Wanna Be Your Man", que fue la cara de su famoso debut "Come On" de Chuck Berry.
A partir de ahí, la historia ya es conocida... los Rolling Stones se convirtieron en estrellas mundiales del rock, "Satisfaction" les encumbró y desde 1966, cuando se adentraron en el mundo del blues y el rock progresivo con Aftermath, de grupo de éxito juvenil pasaron a ser un referente dentro de la evolución del rock, un símbolo de ruptura generacional, social y cultural y hasta una amenaza para la sociedad conservadora de la época, siendo Brian Jones protagonista de esa singular transformación.
En lo musical, además de tocar la guitarra, fue el impulsor de la introducción de instrumentos como la cítara, el xilofón, el clavicordio o el acordeón en las canciones del grupo, y aunque no participara como compositor, siempre su influencia, sus ideas y sus contribuciones hacían de la mayoría de los temas de aquella época de los 60 canciones con una inspiración especial. "Paint It Black" es sin duda el ejemplo más conocido, pero si se escuchan canciones como "Under My Thumb", "Lady Jane" o "Back Street Girl" o "She´s a Rainbow", esta última muy representativa de como Brian incorporaba su conocimiento de la música árabe e hindú, en esos temas se muestra en toda su plenitud ese caudal de creatividad e imaginación que poseía.

Por desgracia, diversas circunstancias en su contra no solo le apartaron de esa posición de liderazgo que tuvo en los Stones al comienzo de su carrera, sino que le marginaron por completo dentro del grupo hasta provocar su marcha en junio de 1969. La labor de Andrew Loog Oldham como manager dentro del grupo deliberadamente buscó potenciar el tándem Jagger -Richards como compositores, como la imágen pública del grupo y como líderes de facto de la banda, lo cual conllevaba necesariamente relegar a Brian a un papel secundario.
Su frustración ante esta situación le produjo una gran decepción con el grupo y un progresivo enfriamiento de su trabajo con la banda, hecho que llegó a su punto máximo de tensión cuando su relación personal con Keith Richards se quebró definitivamente en 1967, al romper su compañera Anita Pallenberg su relación sentimental con él para irse con Keith. Si a ello se le suma el comienzo de sus problemas con las drogas, que tuvieron un efecto devastador sobre su conflictiva personalidad y derivaron en problemas con la justicia que le llevó a ingresar en prisión dos veces, no cabe duda de que a partir de ese momento empezó la cuenta atrás para la marcha de Brian de los Stones. Y en cierto modo, para el final de su vida.

Capaz de tocar más 20 instrumentos distintos, interesado por todos los estilos de música, desde la chanson francesa all folk rock catalán pasando por los ritmos afrocubanos y brasileños, el free jazz, la música clásica de vanguardia o la música ancestral magrebí, viajó por países como Sri Lanka, India, Egipto o Marruecos, donde grabó en 1968 el mítico Brian Jones Features The Pipes Of Pan at Jajouka, un experimento musical con el que quería dar a conocer una de las músicas más antiguas del mundo, la música de los Maestros de Jajouka, álbum que no llego a ver la luz en vida de Brian y que fué editado póstumsmente en 1971 por la Rolling Stones Records.
Fue amigo de escritores como William Burroughs o Paul Bowles, a quien visitó con frecuencia en sus visitas a Tánger, de artistas como Christopher Gibbs y en la música, intimó con Bob Dylan, quien le ofreció unirse a su banda en 1969, con John Lennon y George Harrison de los Beatles, con Jimi Hendrix, quien le invitó a presentar en el escenario del Festival Monterey Pop de junio de 1967 a la Jimi Hendrix Experience y con Steve Marriott, guitarrista de Small Faces y Humble Pie, con quien también estuvo estudiando la posibilidad de formar un grupo tras su salida de los Rolling Stones.
Inquieto, creativo, emprendedor... Brian Jones fue un talento tristemente desaprovechado, un músico de unas facultades privilegiadas que se vió atrapado en una telaraña de intereses bastardos ajenos totalmente al arte y a la música y al que la fatalidad impidió poder desarrollar todo el potencial artístico que tenía dentro.
Quienes le conocieron, también conocieron su lado oscuro: Su carácter era inestable y tendente en extremo a la melancolía, con episodios de una irascibilidad incontenible que en ocasiones derivaban en estallidos de violencia. La experiencia de pasar por la cárcel le afectó muchísimo en sus problemas de inseguridad, y hacia el final de 1968 el alcohol y las drogas le estaban destrozando física y psíquicamente, como se puede ver en ese Brian lejano, abotargado, ausente que aparecía en el show del Rock´n´Roll Circus y que fué su última aparición pública con los Rolling Stones.

El 9 de junio de 1969 la oficina de los Stones en Londres emitió un comunicado en el que se anunciaba de manera oficial que Brian Jones había dejado de ser miembro del grupo y era sustituido por Mick Taylor. Menos de un mes más tarde, aquella trágica noche del 2 de julio de 1969, tras una cena y unas copas con algunos amigos, su novia y el constructor Frank Throrogood en su casa, se dió un chapuzón en la piscina de su nueva casa de Cotchford Farm. En el agua, según se dijo en la versión oficial, le sobrevino un ataque de asma e incapaz de salir a la superficie, se ahogó. Cuando le sacaron del agua, antes de que llegara la ambulancia y la policía, parece que aún inconsciente, respiraba con dificultad, pero apenas un minuto después... dejó de respirar. Según el parte médico, falleció por parada cardiaca irreversible a las 23.56 de la noche del 2 de julio de 1969.
Su muerte estuvo rodeada de toda clase de especulaciones morbosas y de rumores en los que se habló hasta de un posible asesinato a manos de narcotraficantes... para la policía, fué válida la tesis de una muerte accidental por ahogamiento, y sólo algunos periodistas años después insistieron en especular con las razones que habrían podido provocar su asesinato.

Todos los que me conocéis lo sabéis, los Rolling Stones son para mi mucho más que mi grupo favorito dentro del rock. Es una pasión, una enfermedad, un cúmulo de vivencias, experiencias, sensaciones, recuerdos, mujeres, miradas, noches y palabras que han dado forma a todo lo que es mi vida, sobre todo en lo relacionado con mi trabajo en la música. Precisamente por ello, siempre me estremece la mirada triste, el tono apagado y el sentimiento subyacente de culpa que noto siempre que veo o escucho entrevistas con Mick y Keith en las que se les pregunta por Brian. Ellos saben que no jugaron limpio con él, y pienso que es algo que siempre les ha pesado.

Hoy, como otras muchas noches, volveré a servirme un Jack Daniels, liaré algo de hierba y volveré a escuchar discos de los Stones. Pero hoy lo haré recordando especialmente a Brian. A ese espíritu libre, limpio, joven, que dio lo mejor de si mismo para darnos a conocer una musica maravillosa, para crear la banda de rock que cambió las vidas de millones de personas en todo el mundo y que hoy tristemente, hace 40 años que nos dejó para siempre.

Siento un nudo en la garganta cuando mientras escribo estas líneas, vuelvo a escuchar tu guitarra, tu sitar o tu piano en Aftermath o Their Satanic Majestic Requiest. Pero celebro, y celebraré siempre tu vida y tu música.

Nunca te olvidaremos, Brian.

2 comentarios:

germán dijo...

Desde luego que los Stones no serían lo que son hoy ni lo que han sido sin la figura de Brian.Brian formó el grupo y le dió unas señas de identidad propias,grupo de blues con un caracter inconformista y rebelde,todo ello basándose en su personalidad y carácter.Desde luego que influyó sobre Mick y Keith,ese aura de peligro y chulería que sobre todo keith tiene,en los primeros tiempos sólo la tenía Brian,a las fotos me remito...Bueno,personalmente rendiré tributo a Brian escuchando las grabaciones que realizaron los Stones en los estudios Chess cuando fueron a visitar al que fue su ídolo,Muddy Waters.Seguro que para él fue algo especial...

Joan P dijo...

Que bonita dedicatoriaA Brian, uno de los grandes. para my los Stones tambien significan mucho, Y como dice German sin Brian no huvieran sido los Stones que son ahora.
Un libro muy recomendable que quiero recomendar es ,Los viejos dioses nunca mueren : de Stephen Davis