domingo, 19 de julio de 2009

SAM SHEPARD: PLUMA DE CUERVO, ALIENTO DE ROCK'N'ROLL, CORAZON STONE...

"ROCK'N'ROLL, ROCK'N'ROLL, ROCK'N'ROLL, el rock´n´roll es la violencia manifiesta sin hacerle daño a nadie como no sea alguna patada en la boca o un buen puñetazo. El rock´n´roll es más revolucionario que la revolución. Que le den por culo a la música boba, yo quiero rock como "Hey Joe" de Hendrix y "Summertime Blues" como hacían los Who y "School Days" y Chuck Berry y Little Richard y Otis y Booker T & The Memphis Group. Mierda, ¡Vamos a romperlo todo esta noche! "

Fuerte ¿eh? ni el Johnny Rotten más iracundo habría escrito en un éxtasis de agresividad punk, y mucho menos en forma de poema eléctrico una proclama rockera y subversiva como la uno de mis poetas malditos favoritos, mi amado/envidiado Sam Shepard, autor del que para mí es el libro de poesía rock más descarnado, sincero, desgarrado y humano que he leído nunca: Luna Halcón.
Batería en los años 60 del grupo The Holy Modal Rounders -si tienes la BSO de la película Easy Rider puedes escucharle- fumador de toda clase de sustancias ilegales, bebedor empedernido de bourbon, autor de teatro, guionista de cine, poeta underground, cronista de la vida en la carretera -con los Rolling Stones en el 69, con Bon Dylan en la Rolling Thunder Revue en el 75- y marido de uno de mis supremos iconos masturbatorios de mi adolescencia a finales de los 70, Jessica Lange. (¿tu tampoco le amarías/odiarías con semejante currículum?)
Pero por encima de todo ello, y quiero insistir en ello porque Luna Halcon, esa maravillosa colección de poesia rock, prosa experimental y monólogos es un libro que me parece tan fabuloso para cualquiera que entienda, perciba o simplemente intuya ese movedizo terreno existente entre la poesía y el rock, entre la poesía y el blues, que no quiero dejar de recomendarlo.
Estrofas, versos, párrafos... una mezcla de sensaciones que convierte la noche en el paraíso oscuro de los sueños solo hechos realidad con el último trago de whisky.
El mismo feeling que hace del rock ese pulmón que nos permite respirar y que nos llena la sangre de grados fahrenheit suficientes como para que la temperatura del corazón nos permita sentir algo parecido al amor tras hastíos de desengaños, últimas miradas antes de cerrar la puerta y llamadas a un contestador automático en el que nunca dejamos ningún mensaje.
Todo eso es lo que me produce una y otra vez la lectura de Luna Halcón. La evocación de esa América en la que nació el blues y el rock, el cruce de caminos donde Robert Johnson vendió su alma al diablo, las carreteras en las que los Stones compusieron "Brown Sugar" y "Honky Tonk Woman".
Una poeta en el que por supuesto, hay rasgos muy reconocibles de Kerouac, de Ginsberg y de Ferlinghetti... pero también hay el golpe seco de guitarra de Pete Townshend y Keith Richards, el olor a sexo, a alcohol, a madrugada, a gasolina y a marihuana. Y unas historias -hay que decirlo: genialmente traducidas por Enrique Murillo en la edición publicada en España por Anagrama- que te transportan directamente a la Ruta 66, visual y emocionalmente.
Podría hablarte de Paris-Texas, de Locos de Amor -su obra de teatro llevada al cine por Robert Altman, o incluso de su fabulosa película Llamando a las Puertas del Cielo, en la que compartía protagonismo con su mujer Jessica Lange en 2005 y que es una de esas obras maestras de la historia del cine condenadas a un incomprensible ostracismo, que quizá con suerte puedas ver un domingo a las cuatro de la madrugada en la 2 de TVE... y quizá lo haga en otra entrada de este blog. Pero ahora, hazme caso, si puedes busca Luna Halcón y disfrútalo.
Te prevengo de que no es un libro fácil. Tiene un lenguaje y un ritmo peculiar, como el que a nivel narrativa le imprimió Camilo José Cela a a Cristo Versus Arizona, pero si dejas que poco a poco te atrape... muchas madrugadas de soledad, de viajes de noche, y muchas horas llenas de signos de interrogación, se transformaran en otra cosa.
Y si me permites un último consejo -que me agradecerás- leelo bebiendo Jack Daniels y escuchando Exile On Main Street o en su defecto Sticky Fingers de los Rolling Stones. Te atrapará aún más.
Quien iba a decir que el tiempo estaba de nuestro lado...

1 comentario:

IZZY dijo...

Me lo apunto, vi LLamando a las puertas del cielo por mi mito erotico Jessica Lange y el título, me gustó

Algo para leer en el verano