Ante la desaparición de Led Zeppelin y el torpedo en la línea de flotación que había supuesto para AC/DC en 1980 la muerte de Bon Scott –todo el grupo quedó profundamente deprimido tras el trágico suceso, pensaron muy seriamente en deshacer el grupo e incluso hubo medios de comunicación que llegaron a dar la noticia de que AC/DC se separaban- era muy difícil de imaginar que justamente en ese momento, fuera un género como el Rock Duro, o el Heavy Metal –etiqueta que se habia empezado a usar por la prensa de manera más o menos habitual- fuera a ser el género que resurgiría con más fuerza justamente a partir de 1980; pues precisamente así fue.
Visto con la perspectiva del tiempo, puede entenderse mejor porque surgió esa Nueva Ola del Heavy Metal británico, esa New Wave Of British Heavy Metal. En 1980, los grandes grupos del Hard Rock estaban, como hemos visto antes, o bien ya separados o todavía en activo, pero en más de un caso habiendo dado ya lo mejor de su carrera y habiendo pasado ya sus años de gloria. El punk rock había sido plenamente absorbido por la industria del disco y del entretenimiento, y los pocos grupos que permanecían fieles al espíritu punk original ya no estaban en la vanguardia. Las modas del estilo New Romantics, Tecno Pop o New Wave obviamente eran fenómenos pasajeros, con un contenido musical válido según gustos, pero que en modo alguno representaban el sentir de una nueva generación, ni incorporaban nada que tuviera una vocación de permanencia.
Es decir, para muchos de los chicos que buscaban en el rock, como en el caso de las generaciones anteriores, una forma de expresión propia, de reafirmación, un lenguaje con el que comunicar sentimientos, sensaciones, existía un gran vacío que vinieron a llenar recuperando por un lado lo mejor de los clásicos –Zeppelin, Purple, Sabbath, Grand Funk, etc. -sobre todo, lo relativo a la energía, la fuerza desbordante y la intensidad que tuvieron en sus mejores años (1970-1975) pero añadiendo esa concepción del rock directa, impactante, inmediata que los grupos de punk rock incorporaron a su música. Buscaron una estética propia, visualmente más llamativa, tanto en su indumentaria como en los logotipos de sus bandas o las portadas de sus discos, e indudablemente, su propuesta se ganó a toda una nueva generación que ahora sí encontraba un estilo, un lenguaje musical con el que se identificaba plenamente y con el que sus anhelos de autoafirmación, de sentimiento de pertenencia a una comunidad, a un colectivo con el que compartía una forma de ser y de sentir, adquirían pleno sentido.
Existe un precedente algo lejano en el tiempo, pero cuya conexión con lo que fue la explosión de la New Wave Of British Heavy Metal es absolutamente innegable, y es el inmenso éxito de la gira británica de presentación del álbum ‘Killing Machine’ de Judas Priest, que tiene lugar a lo largo del otoño de 1978 y en cuyo marco tuvo lugar un hecho que sin duda significó un notable cambio de tendencia: El histórico y apoteósico concierto del Hammersmith Odeon de Londres el 3 de noviembre de 1978.
Judas Priest, estrenando un disco excelente y una puesta en escena y una estética romperdoras y innovadoras al máximo –el latex, el cuero, las cadenas, la parafernalia sadomasolquista y la estética que en general, en maylor o menor medida según los casos adoptarían casi todos los grupos de Heavy Metal de comienzos de los años 80- se presentaron en un local que se convertiría en el templo de la NWOBHM, el Teatro Odeon de Hammersmith, en Londres, llenándolo hasta la bandera contra todo pronóstico y haciendo una de las actuaciones más memorables de toda su carrera. El éxito tan apoteósico de Judas Priest en este concierto empezó a llamar la atención de la prensa, que observó asombrada como en muy pocos meses y liderado por este grupo, toda una eclosión imprable de grupos de Heavy Metal se apoderaría de la escena musical británica. Este concierto de Judas Priest fue la primera piedra de ese gran edificio musical.
Si se toma a los Judas Priest de la etapa post-Stained Class como grupo precursor, como pioneros básicamente de la nueva estética del Heavy Metal y de un sonido igualmente innovador, a partir de 1980 es cuando salen a la luz por mor de la edición de sus primeros discos, los grupos que conforman la punta de lanza, la vanguardia de ese nuevo movimiento.
En enero de 1980 se pone a la venta un álbum recopilatorio de grupos del underground rockero británico, el ya legendario ‘Metal For Muthas’, que será la primera referencia del sello creado por Rod Smallwood y Andy Taylor, Sanctuary Records, disco que a finales de mes y contra todo pronóstico estaba en el puesto nº12 de las listas oficiales de venta de discos en el Reino Unido, en el cual se incluyeron temas de grupos que van a quedar íntimamente ligados a este fenómeno: Samson, Angelwitch, Ethel The Frog, Sledgerhammer, los suecos E.F.Band, Toad The Wet Sprockett y con “Sanctuary” y “Wratchild”, otra de las vacas sagradas del género: Iron Maiden. El inesperado éxito discográfico de este recopilatorio lleva a la edición casi inmediata de un segundo volúmen en el que se encuentran temas de Trespass, Eazy Money, Dark Star, White Spirit, Xero o Horsepower y la puesta en marcha de una gira llamada igualmente Metal Form Muthas, que recorre Inglaterra durante todo el mes de febrero, con Motörhead, Saxon, Iron Maiden y Samson como grupos fijos, añadiendo diferentes teloneros según la ciudad en la que se encontrasen, estando entre ellos Angelwitch, Raven, Urchin –grupo en el que se encontraba Adrian Smith- Wytchfind, Diamond Head o Quartz.
En la primavera de 1980, meses antes de los dos grandes hitos que marcaron la etapa inaugural de la NWBHM tuvo lugar en Inglaterra otra gira absolutamente esencial en la consolidacion del género, de mayor repercusión todavía que la del Metal For Muthas y más espectacular todavía que la del otoño del 78, que tenía como protagonista cabeza de cartel a Judas Priest presentando nada menos que ‘British Steel’ y como teloneros a Iron Maiden, que presentaban su primer álbum. En tan solo cuatro meses, el Heavy Metal, que prácticamente no existía en Inglaterra, esta dominando la escena, y lo mejopr de ello, con bandas nuevas, bandas jóvenes que con sus primeros discos están logrando un éxito sin precedentes.
Aunque habían debutado en 1979 con escaso éxito, sin embargo en esa primavera de 1980 se produce otro lanzamiento discográfico de enorme relieve: la edición de ‘Wheels Of Steel’ de Saxon. La banda de Yorkshire, liderada por Peter “Biff” Byford, con este disco y la amplia repercusión conseguida en el tour de Metal For Muthas, logra gran popularidad y no tarda en ser otra de las bandas emblemáticas del género, y canciones como “Wheels Of Steel” y “747 (Strangers In The Night)” pasan a ser clásicos de la categoría de “Transilvania” en cuestión de semanas.
En enero se había editado también el primer álbum, ‘Demolition’, de otro grupo no sólo característico como pocos de la New Wave Of British Heavy Metal, sino pionero en los 80 de las bandas de rock femeninas; Girlschool. Las “chicas de colegio” van a ser uno de los grupos de mayor presencia y relevancia de la NWOBHM tanto en este disco como en su continuador ‘Hit And Run’ demostrarán que no tienen absolutamente nada que envidiar en cuanto a fuerza, dureza y potencia a ninguno de sus compañeros masculinos.
Así, hace 30 años ahora, surgía todo ese sensacional movimiento gracias al cual existe el Heavy Metal contemporáneo. Y en próximas entregas, seguiremos explicándolo.
2 comentarios:
Después de muchos años me he vuelto a topar contigo. Te leía en Kerrang y posteriormente en RockHard y luego te perdí la pista. Y no se me ocurre mejor manera de reencontrarme contigo que con este estupendo artículo conmemorando la entrañable NWOBHM.
Es loable que todavía dediques tantos esfuerzos en defender y apoyar el heavy metal, espero que eso no cambie nunca. Aunque sinceramente creo que es una causa perdida. El heavy siempre será visto por la sociedad como una música inferior y sus seguidores como lo más bajo.Y por muchos documentales que haya visto tratando este tema como el magnífico "Metal: A Headbanger's Journey" de Sam Dunn, nunca acabaré de entender como puede despertar tanta aversión, es tan ridículo!
Esta sociedad bienpensante no es consciente de la labor social que hace esta música, hay millones de jóvenes en todo el mundo que no acaban de encajar en la sociedad, inadaptados, gente que piensa diferente (ohh!! qué gran delito!!), que encuentran su válvula de escape a diario en la música Rock en cualquiera de sus diferentes vertientes (hard, heavy, punk, hardcore...) Yo mismo sin ir más lejos. En fin no sé que sería de mi vida sin Judas Priest, Saxon, Iron Maiden, Def Leppard, Motörhead... Esa música llena de fuerza, rabia, inconformismo y rebeldía me alimenta a diario y me da fuerza para seguir viviendo.
Otra cosa que nunca he entendido es por qué a tantos seguidores de classic rock, les cuesta tanto digerir el heavy metal. Hay demasiados puristas. Sinceramente pienso que todos esos millones de fans de los Rolling Stones, de los Faces, The Who, no deberían tener ningún problema en por lo menos apreciar un disco como "Wheels of steel", joder, sé que Saxon son mucho más rápidos, más pesados,más agresivos y todo lo que tu quieras pero a mí me siguen sonando muy rockeros. No sé porqué el heavy está metido en un gueto.
Espero no haberte aburrido con mis idas de olla. Un placer volverte a leer.
Hola, Fucking Hostile.
Muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo al cien por cien, y creeme que comparto tu sentimiento de frustración sobre lo que ocurre con el Heavy Metal. Tengo mi propia teoría sobre el porqué de esta marginación, aunque aquí sería largo de explicar.
Una vez más, gracias por tu comentario,y creeme que seguiré en esta constante batalla por defender y reivindicar el Heavy Metal por siempre,esté donde esté. Te recomiendo que estés atento a mi facebook y si, puedes, escuches mi programa de radio, Rock Star, en www.mariskalrock.com
Un fuerte abrazo.
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