jueves, 19 de marzo de 2009

GRANDES DISCOS EN DIRECTO: DEEP PURPLE

DEEP PURPLE
'Made In Japan' (Diciembre 1972)
Un disco que tiene en su haber el record guinness de ser uno de los poquísimos junto al 'Thriller' de Michael Jackson o el 'Led Zeppelin IV' de Led Zeppelin que desde su fecha original de edición, nunca ha estado descatalogado y no ha dejado sucesivamente de reeditarse ante la incesante demanda. Otro de los discos que marcó época en lo que se refiere al estilo de cómo hacer un disco en directo, de los ingredientes que precisa la fórmula, la poción mágica que contiene la clave del éxito, al márgen de su intrínseca calidad y de la desbordante energía que posee, traducción exacta de la potencia que Deep Purple eran capaces de desarrollar y que en el momento álgido de su trayectoria, supieron plasmar con una maestría inigualable en un disco que recogía unos conciertos sencillamente maravillosos.
En el mes de agosto de 1972, Deep Purple, quienes vivían en ese momento una popularidad y un éxito sin precedentes merced al gran éxito de 'Machine Head', su más reciente álbum de estudio, iniciaron su primera gira por Japón, país en aquella época solo reservado a los auténticamente grandes, y en el que habían alcanzado una inmensa popularidad. Ello explica que en todos los conciertos de aquella mítica gira, Deep Purple hicieran "sold out", miles de fans se apostasen a las puertas de los hoteles en los que se alojaban, y todos los jóvenes japoneses hicieran de la gira del grupo británico un acontecimiento de tales dimensiones que llevaron al grupo a pensar que los escenarios japoneses eran los idóneos para grabar un disco en directo, idea que su compañía discográfica les había sugerido que hicieran durante el tramo europeo de su gira mundial de presentación de 'Machine Head'. Finalmente, en lugar de Amsterdam, Copenhague o Zurich, fueron Osaka y Tokyo las ciudades elegidas para grabar el disco en directo más grandioso de la década de los 70.
Cuando se conocen las circunstancias en las que fue grabado 'Made In Japan', se aprecia aún más la grandeza que encierran los microsurcos de este fabuloso disco. En 1972, Deep Purple estaban en la cima de su éxito, ganando literalmente millones de dólares, pero pagando por ello un precio demasiado alto; durante la mayor parte del año, Richie Blackmore giró todavía convaleciente de una hepatitis, el exceso de trabajo en directo estaba produciendo en el grupo mucho cansancio y mucha tensión interna que se traducía en frecuentes discusiones entre ellos, y en un distanciamiento cada vez mayor entre Ian Gillan y Richie Blackmore, así como en un progresivo deterioro de la salud de Roger Glover, quien al terminar en la gira tuvo que ser tratado médicamente por una profunda depresión a consecuencia de la cual tomó la decisión de dejar la banda junto con Gillan en julio de 1973. La tensión entre Richie e Ian era tan grande que el propio Richie Blackmore estuvo a punto de marcharse del grupo con Ian Paice en mitad de la gira americana de mayo-junio del 72 para formar otro grupo con Paul Rodgers como cantante, y el propio Gillan ha afirmado en más de una entrevista que él tenía pensado marcharse del grupo justo en la gira japonesa, y que no lo hizo por petición expresa del management de la banda, que evidentemente no quería ver morir la gallina de los huevos de oro.
Es decir, un grupo prácticamente roto, cansado de una extenuante actividad en directo, con problemas de enfermedad y malas relaciones entre sus miembros, sin embargo fue capaz en el escenario de crear una química musical irrepetible, una fuerza motriz potentísima, y de desarrollar una música llena de genialidad que en temas como "Highway Star", "Lazy", "Strange Kind Of Woman" o su celebérrimo "Smoke On The Water", además del demoledor solo de batería de Ian Paice en "The Mule", sonaban como una máquina perfectamente engrasada, puesta a punto y rindiendo al 200%, que al igual en aquella época que Led Zeppelin o Humble Pie por ejemplo, improvisaban en directo como si fueran un grupo de jazz, dando a cada uno de sus temas una dimensión nueva llena de imaginación y calidad, amén de extraordinaria potencia. Heavy Metal y Hard Rock en estado puro, cuya grandeza, potencia y genialidad nunca fue superada por los propios Purple en intentonas posteriores - 'Made In Europe' de 1977, por ejemplo, es un gran directo, pero no se acerca ni de lejos a este espectacular disco- y que ha quedado para la historia de la música en directo y del Heavy Metal en particular, como un disco absolutamente único e irrepetible, que no ha dejado de perder vigencia y que sigue significando la magnificencia absoluta cuando se habla de Heavy Metal en vivo. Obra maestra absoluta al cien por cien.

1 comentario:

David Gallardo dijo...

Los Parpel son más grandes que la vida, y sus directos, más todavía. Menudo pareado me ha salido, jeje. Mariano, por cierto, ¿te apetece un intercambio de links con mi blog? Venga, ya me cuentas. Saludos de un oyente-lector tuyo desde mis años más mozos que ahora.