LA REPUGNANCIA DE LA RENEGADA, LA HIPOCRITA Y LA FALSARIA

Adivina, adivinanza...

Eerase una vez en una ciudad bella, hermosa, históricamente ejemplo de multiculturalidad racial y filosófica -ese sentimiento y esa filosofía que en Alemania otra renegada apellidada Merkel asegura que ha fracasado y que hay que enterrar- que tenemos en Andalucía y que se llama Córdoba, una mujer que empezó en la política, como mucha gente en Andalucía, en esa Andalucía despreciada, hambienta, empobrecida por décadas de totalitarismo franquista, supuestamenre luchó por la libertad y la democracia. Y lo hizo afiliándose al PCE en 1974, un partido que aunque desde muchos años antes había dejado de ser auténticamente comunista y había renunciado a sus principios más esenciales para entrar en la carrera del oportunismo político más descarado, por lo menos, luchó por establecer en el estado español algo parecido a una democracia, o sea, el circo este en el que vivimos.
La renegada, dando buena muestra de su condición de oportunista rastrera, se apuntó al puño en alto con bandera roja de fondo, -igualita que los Tamames que hoy son estrellas de la televisión de la extrema derecha o las Almeidas ó Lópeces Garridos que entraron como submarinos en el psoe- y como toda oportunista, medró, pisó cabezas, y según conveniese, apuntándose o bien a un discurso revolucionario, de auténtica izquierda, o bien, si convenía lo contrario para pillar cacho, apuntándose al discursito reformista, social-plastodemócrata, conformista y conciliador. Así, ante la tontuna de IU, su medraje mentiroso la hizo llegar muy lejos.
La hipócrita, supo jugar bien sus cartas, siguió trepando y se hizo con un carguito en Izquierda Unida. Oportunista hasta la médula, y lejos de luchar por un fortalecimiento de ese movimiento político y social desde un pensamiento de verdadera izquierda, jugó al divide y vencerás, tuvo la desvergüenza de atacar a su misma coalición en Euskalherría haciendole el juego a la extrema derecha españolista, y viendo como la derecha del psoe le abría los brazos - "...¡Ej de loj nuejtros!" -dijo de ella el adalid de la derecha en el psoe, Pepito Grillo Bono- empezó, como otros tantos profesionales del mercachifleo político, a preparar su salto a la poltrona que esperaba ver su culo sentado en ella.
Con esa hipocresía y ese tonillo pseudoizquierdista tan propio de los que van a dar el salto a la poltrona, a pesar de ser elegida alcaldesa por IZQUIERDA UNIDA, le importó un bledo dar un vergonzoso ejemplo de transfuguismo sucio y repugnante saltando al gobierno andaluz, literalmente cagándose en sus promesas electorales y despreciando tanto a la organización a través de la cual llegó a lo más alto en la bella y hermosa Córdoba como a quienes confiaron en ella y la votaron... eso si, después demostrar su "progresismo" sancionando y persiguiendo administrativamente al único bar de Rock duro, de rock fuerte que había en Córdoba so pretexto de quejas de vecinos, en una zona de bares infestada de discotecas de bakaletas, pijos tontos y fachas de pastilleo y cubata, que claro, ella debía considerar muy adecuados para la cultura joven en Córdoba y a los que no aplicó ni una sola sanción.
Y finalmente, ¡Oh, maravilla de maravillas! la tránsfuga, la rojilla "evolucionada", "demócrata", "constitucional" y bla, bla, bla...hace realidad su sueño. ¡Ya es Ministra!
Ministra de un gobierno que ha acabado haciendo la política laboral y económica que la derecha le ha impuesto -para que encima, la derecha se ría en su cara- que ha recortado los mismos derechos históricos de la clase trabajadora que le votó, y que ante esa especie de nueva deidad que dirige el universo llamada "los mercados", ha protagonizado una bajada de pantalones, por otro lado, propio de la propia bajada de faldas y bragas de la susodicha.
Ahí la tenéis. Feliz, satisfecha, e hinchada de felicidad como ministrilla soci. Y con todos sus principios de izquierda comunista, si es que alguna vez los tuvo, arrojados al water.

¿Adivináis quien es?