La pasada semana se cumplieron 40 años de uno de los hechos más horribles que se han producido en la historia contemporánea de América Latina: La matanza de la Plaza de las Tres Culturas del barrio de Tlatelolco en México DF perpetrada por el ejército mexicano y un batallón policial especial en la tarde-noche del 2 de octubre de 1968. Un auténtico crimen de estado cuyos culpables conocidos siguen viviendo en una vergonzosa impunidad.
Durante aquel año de 1968 en el país azteca se vivía un momento de efervescencia social y política como no se había conocido en México en décadas, cuya manifestación más destacada fue el movimiento estudiantil, que se extendió en las escuelas y universidades con una enorme fuerza y un grado de organización y movilización inmensos. Los estudiantes mexicanos exigían mayor representación en los organos de gobierno, participación en las comisiones de planes de estudios, autonomía universitaria y libertad para los estudiantes detenidos en julio de 1968 en las primeras manifestaciones, todo ello en un tono muy crítico con el sistema de gobierno del país y reclamando más libertades cívicas y políticas. Profesores, catedráticos e incluso el rector de la UNAM se piusieron de lado de los estudiantes, quienes empezaron a organizar sus primeras asambleas y reuniones masivas durante la primavera y el verano del 68 en la Plaza de la Tres Culturas, un lugar muy popular en aquellos años donde los fines de semana se reunían los hippies y los rockeros mexicanos, se celebraban mercadillos de intercambio de discos, libros, posters e incluso se organizaron algunos conciettos de rock.
Los estudiantes, al calor de la consigna de "¡Unete, pueblo!" lograron la adhesión de los sindicatos obreros, de muchísimos militantes de todos los sectores de la izquierda -comunistas en especial- descontentos con la poca energía con la que ejercían la oposición al P.R.I. y ya el 26 de agosto del 68 llegaron a convocar una gigantesca marcha de miles de manifestantes protestando contra la política del gobierno en la plaza del Zócalo, frente al edifico de la Presidencia, que tuvo que ser disuelta por unidades del ejército. Pero en los siguientes días, en todas las Universidades nuevas convoctorias de huelga, asambleas y movilizaciones puso al gobierno de Diaz Ordaz contra las cuerdas.
El gobierno, en plena crisis, inició la consabida campaña de intoxicación diciendo que los líderes estudiantiles eran "agentes del comunismo internacional" -lo mismo que decían los Franco, Pinochet, Videla, etc. contra cualquiera que se les opusiera- y con la excusa de "garantizar la normalidad ciudadana" ante la celebración de los Juegos Olímpicos, que se inaugurarían unas semanas después, inició una escalada represiva que culminó con la tragedia del 2 de octubre.
Para ese día el Comité de Huelga y todas las organizaciones que lo apoyaban convocaron sobre las cinco de la tarde una concentración en el lugar habitual, la Plaza de las Tres Culturas, en la cual hablarían los líderes del movimiento estudiantil en un mítin. Se calcula que alrededor de 8.000 personas se congregaron allí.
El mítin se produjo sin incidentes, pero a los pocos minutos de terminar las intervenciones de los oradores, sobre las 6 de la tarde un helicóptero que sobrevolaba la plaza disparó una bengala que fue la señal de inicio de la masacre. A partir de ese momento, unidades del ejército fuertemente armadas entraron en la Plaza, y al tiempo que los francotiradores del llamado Batallón Olimpia de la policia comenzaban a disparar sobre la multitud desde los pisos más altos de un edificio contiguo, las ráfagas de metralleta de los soldados empezaron a hacer víctimas indiscriminadamente entre los manifestantes.
En cuestión de minutos, cientos de personas, no solo estudiantes, sino amas de casa e incluso niños intenaron huir de aquel baño de sangre desatado por las armas del ejército y la policia. Pánico, confusión, horror... después de la matanza, el ejército detuvo a cientos de estudiantes a los que sometió a incomunicación y torturas, y el gobierno impuso la censura oficial sobre los hechos. En la Plaza de las Tres Culturas habia cientos de heridos y una cifra de más de 60 muertos que nunca se llegó a confirmar ni a reconocer oficialmente, pero aquella noche ni la radio ni la televisión dió noticias sobre lo ocurrido. Se cortó la luz y el teléfono en los bloques de viviendas cercanas a la plaza durante la noche para incomunicar a los posibles testigos y algunos vecinos afirman que vieron como los soldados llegaron a sacar los cadáveres de la plaza en camiones de basura.
Aquella tragedia es uno de los episodios más negros de la historia de México y lo seguirá siendo mientras quienes ordenaron aquella matanza no comparezcan ante un tribunal. El último responsable, el presidente Díaz Ordás murió en 1970, pero el ministro del interior en 1968, Luis Echeverría, que después fue presidente del pais entre 1970 y 1976 ha sido acusado como autor intelectual y organizador de los crímenes de Tlatelolco, y todavía esta eludiendo la acción de la justicia, salvo el brevísimo periodo en el que se le sometió a arresto domiciliario. Pero por desgracia, muchos de los mandos militares y policias que tomaron parte activa no han sido todavía juzgados. Tlatelolco se convirtió en un lugar casi tabú, y el mercadillo que allí se celebraba se trasladó al Chopo, donde ha crecido y se ha consolidad hasta convertirse en uno de los centros de rock más conocidos de todo el continente, el Tianguis del Chopo.
En septiembre de 2005 visité México, e impresionado tanto por el fenomenal libro de Luis Gonzalez de Alba sobre la matanza, como por el estremecedor testimonio que escuché de boca de uno de los supervivientes del 2 de octubre de 1968, el líder estudiantil Raúl Alvarez Garín en una conferencia que dió en el Ateneo de Madrid a mediados de los 80, cuando yo estaba implicado en el movimiento estudiantil en la Complutense, quise conocer la Plaza de las Tres Culturas a modo de homenaje a aquellos luchadores asesinados.
Os aseguro que fue una de las experiencias más fuertes que he vivido nunca. No puedo explicar racionalmente las sensaciones que viví allí, pero os aseguro que el recuerdo de aquellos jóvenes muertos, el monumento que se ha levantado en su memoria, caló muy hondo en mi. Sentí un estremecimiento, una emoción, incluso un dolor y una pesadumbre imaginando todo lo que sucedió allí que muy pocas veces en sentido en ningún otro lugar. Generación tras generación, los jóvenes mexicanos más comprometidos, más progresistas son conscientes de los que significó aquella masacre, y algo, algo muy indefinible, casi espiritual, ha dejado impregnados los edificios y la atmósfera de esa histórica plaza. Yo puedo deciros que lo sentí muy desde dentro.
Por tal motivo, quiero expresar hoy, y compartir con vosotros si es posible, mi solidaridad con las familias de todos los que perdieron a sus seres queridos bajo las balas de los soldados, con todos los activistas de la izquierda mexicana que llevan 40 años trabajando para que se juzgue a los culpables y exista por parte del estado mexicano una reparación moral a esas víctimas. Mexico es una gran nación y un gran pueblo que aprendí a apreciar y a conocer. Nunca mereció vivir una tragedia así. Ojalá que se siga recordando, reivindicando y explicando, para que nadie la olvide.
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2 comentarios:
Impresionante artículo, muchachete!
Creo que podrías ser un historiador de cojones, algo sesgado ideológicamente, pero da igual.
Un abrazo!
Javier
Saludos Mariano;
Soy Fran de Marbella y me parece muy interesante tu blog. Dejo pasar los minutos con la amena lectura de tus articulos, no con jack daniels pero si con cerveza negra jejeje. Y realmente paso momentos de disfrute personal.
Yo tambien escribo en un blog; klansur.blogspot.com en el que participamos varios jóvenes de andalucia; Ronda, Sevilla, Conil, Marbella, Granada... y tratamos temas sociales y culturales sobre andalucia y a modo agenda cultural digamos... Somos amantes del rock por supuesto!!!jejeje
Se que andas muy liado con tu trabajo para nada pero me gustaría pedir un favor. Y es que escribas en KlanSur un Articulo Sobre el Rock en Andalucia pasado y presente, y des tu opinión sobre la situación actual. Se que no es moco de pavo lo que te pido, pero creo que será incluso para ti muy motivador e inquietante reflexionar en estos parametros.
esta es mi direccion de correo electronico krissto30@hotmail.com.
Espero que te parezca interesante la idea y te pongas en contacto conmigo. Un abrazo.
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