Decía el comandante Ché Guevara que una de las características más decepcionantes y tristes de la época actual era que fuera necesario luchar por demostrar lo evidente... A día de hoy, y al dictado mediático de la derecha y de sus tontos útiles de la pseudoizquierda, los enemigos más acendrados y rabiosos de la clase trabajadora, de los sectores democráticos y progresistas, celebran la "caída del muro de Berlín"... (¿han dicho o dijeron en su día algo estos hipócritas mentirosos del muro de la vergüenza en Palestina o del muro de la miseria entre Estados Unidos y México, por no hablar del muro de agua y metralletas que separa la insoportable pobreza del magreb de nuestras costas en Andalucía?)
Celebran como millones de trabajadores alemanes orientales a los que se les prometió la quimera del paraíso capitalista en la alemania occidental hoy son las víctimas de la crisis financiera mundial, del paro a gran escala y de la "maravillosa" libertad para mirar escaparates... llenos de productos que nunca podrán comprar.
No quiero detenerme en esa pandilla de neofascistas nauseabundos, de mentirosos, intoxicadores y falseadores que por citar solo un ejemplo, capitanea en mi triste ciudad un especímen humano tan desprec

iable como la Espe.
Hoy, 7 de noviembre, celebro con todos los que os identifiqueis con la causa del progreso humano, social, científico y cultural, con orgullo, satisfacción y sentimiento el aniversario del acontecimiento más fastuoso de la historia contemporánea: LA GLORIOSA REVOLUCION BOLCHEVIQUE EN RUSIA EN 1917.
Los obreros, intelctuales, campesinos y trabajadores rusos y de otros pueblos capitaneados por Lenin y por la organización del Partido Comunista, tal día como hoy tomaron el poder en la podrida y decadente Rusia de los zares, los terratenientes y los curas e iniciaron un proceso político y social único en la historia, en el cual por primera vez la clase trabajadora tomó conciencia de su papel transformador y revolucionario en la sociedad y fue dueña de su destino.
La revolución bolchevique en Rusia demostró a todos los pueblos del mundo que con esfuerzo, lucha y trabajo, era posible derrotar al capitalismo y construir un estado obrero, una sociedad sin explotación ni alienaciones. La Unión Soviética de los primeros años de poder del PCUS, entre otras muchas cosas, favoreció un crecimiento y una expansión sin precedentes en la historia del arte, del cine, de la cultura más moderna, revolucionaria y vanguardista (Kandinsky, Maiakowski, Pudovkin, Eisenstein, etc.) del cual aprendieron muchísimos países en todo el mundo, incluídos los Estados Unidos.
Impulsados por la certidumbre en el ideal comunista, el heroico pueblo soviético derrotó la agresión imperialista de los años de la guerra civil promovida por los enemigos de la URSS en los años 20, y con un esfuerzo tan heroico como titánico, derramó la sangre de millones de sus hijos en
La Gran Guerra Patriótica, conocida en occidente como la segunda guerra mundial, con la victoria y el aplastamiento final del nazi-fascismo, seguido de la liberación de muchos de los pueblos que habían sido atacados por Hitler y sus secuaces.
Aquel 7 de noviembre dió comienzo una época en la historia que fue un ejemplo para toda la humanidad progresista, culta y democrática. El progreso y el desarrollo de una sociedad que fue la luz que guió el esfuerzo, la lucha y el trabajo de millones de personas y de pueblos en todo el mundo (Cuba, Vietnam, Chile, Nicaragua

, China, etc.) por construir una sociedad justa, libre y sin explotación del hombre por el hombre, y dió al mundo ejemplos de generosidad y solidaridad tan maravillosos como la formación de las Brigadas Internacionales que lucharon en nuestro país contra el fascismo o la acogida cariñosa y desinteresada que la URSS y el Partido Comunista ofrecieron a los hijos de los combatientes antifascistas españoles, a quienes se dió un hogar cálido, refugio, comida, cultura y educación como si fueran hijos de la mismísima Unión Soviética.
No es menos cierto que gran parte de esos ideales se corrompieron pasado un tiempo, y que la descomposición política, social e ideológica que los sectores liquidacionistas del PCUS (Los Gorby´Boys y la cúpula burocrática y aburguesada desde los tiempos de Breznev que le elevó al poder) promovieron hizo de la URSS un estado burocratizado, estancado y en el que el pueblo perdió el poder en favor de aquella gerontocracia que no hizo sino transformarse en un régimen envejecido y caduco que se desplomó presa de sus propias contradicciones.
Pero hoy, viendo el marasmo del mundo en el que vivimos... reivindico orgulloso mi condición de comunista y levanto el puño en recuerdo de la gloriosa Revolución de 1917. Cuando hoy media humanidad vive en medio de la miseria, la explotación, el hambre, el expolio de los recursos naturales y ecológicos e incluso cuando en este país, en esta España, el capitalismo ha destruido la economía, ha condenado a toda la población a vivir sin derechos supuestamente "constitucionales " como el derecho al t

rabajo -secuestrado por la temporalidad salvaje- o el derecho a una vivienda digna -robado por los bancos y las hipotecas- aún no entiendo como esta sociedad embobada, entontecida, adormecida, idiotizada, no es capaz de salir a tomar la calle y a reclamar que la democracia sea real, que la igualdad sea un hecho, que el poder popular sea una realidad. Ni entiendo como el PCE o las organizaciones de izquierda son incapaces de aunar esfuerzos, de galvanizar impulsos, de luchar por una ruptura con esta dictadura encubierta.
Hoy, 7 de noviembre, saludo en el recuerdo al heroico pueblo soviético, a la Cuba revolucionaria y libre de nuestros comandantes Fidel, Che Guevara, Camilo y Raúl, a la Revolución Bolivariana de Venezuela, al Movimiento Al Socialismo del compañero Evo Morales, a Dolores Ibárruri, a Enrique Líster, a José Díaz... y a todos los que luchan, y luchamos, por un mundo sin explotación ni capitalismo, como soñó Lenin en 1917.
Arriba, parias de la tierra...