sábado, 11 de abril de 2009

35 AÑOS DEL ROCK AVANT GARDE: DEL UNDERGROUND A LAS ENCICLOPEDIAS DE LA MUSICA

Fue un fenómeno tan interesante y estimulante dentro de la evolución del rock en los años 70 como poco explorado y apreciado por la crítica musical e inclusive, los artistas que lo protagonizaron nunca gozaron del favor masivo de esa crítica ni por desgracia, del éxito comercial. Un espíritu experiemental, innovador, rompedor, que entroncaba a la perfección con el espíritu de las vanguardias artísticas de comienzos de siglo y de las que incorporaron muchos y variados elementos.
Si muchos de los movimientos vanguardistas más radicales tuvieron su cuna en el París de los primeros años del siglo XX o en los tugurios tipo Cabaret Voltaire de la Suiza neutral en la guerra del 14, donde los dadaistas tomaban su nombre del "da" ruso que escuchaban a los bolcheviques exiliados allí, a finales de los 60 fue en Nueva York donde nació ese movimento musical, estético e incluso intelectual que fue el llamado Art Rock, Avant Garde Rock o Rock Experimental.
Allí, en el Nueva York warholiano la Velvet Underground de John Cale y Lou Reed, ambos antiguos estudiantes de música clásica y buenos conocedores del jazz y de la Avant Garde Music, se sumergieron en un nuevo concepto que pretendía ir mucho más allá de lo que el rock había ido hasta ese momento, creando un nuevo estilo de rock lleno de ruido y distorsiones y estructuras de composición atípicas, aconvencionales, como las del free jazz o las vanguardias en la música clásica, fundamentalmente Stravinsky (a John Cale le encantaban los ostinati que Stravinsky introducia anárquicamente sin tener en cuenta la armonía o el tempo de la obra, creando un pastiche, una clase de equivalente musical al cubismo en la pintura) o Stockhausen, y escribiendo textos para sus letras deliberadamente provocadores, que narraban truculentas historias sobre sadomasoquismo, travestismo, o la adicción a la heroína.
Como es sabido, la Velvet tuvo una corta vida, pero John Cale se mantuvo fiel a la idea de hacer un tipo de rock no convencional que expresase en música lo que las vanguardias expresaban en pintura o escultura -se declaraba admirador de Cocteau, Artuad o Apollinaire- y cuando conoció a Kevin Ayers, quien venía de haber practicado con sus Soft Machine una extraordinaria fusión de jazz, blues progresivo y rock sinfónico, entre los dos pusieron en pié el disco por definición del Avant Garde Rock: 'June 1, 1974', disco en directo grabado en el Rainbow Theater de Londres entre John Cale, Nico, Kevin Ayers y Brian Eno, y que es el testimonio más claro de lo que pudo ser un camino de experimentación y progresión muy interesante, pero...
...las disensiones personales entre ellos, la adicción a las drogas de Kevin Ayers y la evidente anti-comercialidad de su musica hicieron inviable la continuidad del proyecto. Ahora, bien, cuando 35 años después, se escuchan en vivo el "Shouting in a Bucket Blues" de Ayers, "Driving Me Backwards" de Brian Eno o la revolucionaria y alucinante versión del "The End" de los Doors, grabados aquel 1 de junio del 74 en Londres, no es tan difícil mantener la esperanza en que el rock actual, tan pobre musicalmente en tanto aspectos, retome ese espíritu transgresor y rupturista del Avant Garde Rock si se escuchan con atención discos como ese.
Este artículo lo escribí hace cosa de un par de meses para la revista literaria universitaria Mephisto, que dirige mi buen amigo y colaborador en las revistas que he dirigido, Borja Menéndez. Es una modesta pero excelente publicación cuyo nivel de calidad en contenidos es infinitamente superior a muchas revistas culturales con grandes editoriales y presupuestos detrás que no son más que páginas y páginas de pseudointelectualidad pedante. Desde este blog os aconsejo que si teneis ocasión, no dejéis de leerla.

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